- Mezcla todos los ingredientes para preparar el adobo.
- Frota las costillas por todas partes, cúbrelas y ponlas a enfriar durante 24 horas.
Para preparar la salsa:
- Mezcla todos los ingredientes para la salsa hasta lograr una consistencia homogénea.
- Cocina a fuego lento durante 30 minutos.
- Cuélala bien para eliminar los sólidos. Ponla a un lado.
- Precalienta la parrilla para calor indirecto a 300 grados. Si usas carbón ponlo solo a un lado de la parrilla o abre y cierra los respiraderos para controlar la temperatura.
- Con las astillas de madera haz un paquete con papel de aluminio y ábrele agujeros.
- Colócalo sobre el carbón cuando este adquiera un color grisáceo.
- Aceita los lados de la parrilla, no directamente sobre la fuente de calor y coloca las costillas con la carne hacia arriba. Tapa la parrilla. El objetivo es mantener una temperatura constante de 250 a 300 grados. Cuando uses carbón vegetal, agrega 6 pedazos de carbón cada 15 minutos al montón.
- Unta las costillas con jugo de mango cada 15 minutos con una brocha o con una botella comprimible. Las costillas están cocinadas cuando los huesos comienzan a despuntar en los extremos de la carne y están ligeramente sueltos (aproximadamente de 3 a 4 horas).
- Después de 2 ½ horas, sustituye el jugo del mango con salsa de barbacoa.
Método alternativo:
- Precalentar el horno a 325 grados.
- Coloca las costillas con la carne hacia arriba en la bandeja de hornear y hornéalas de 2 a 2 horas y media o hasta que estén blandas, rociándolas con jugo cada 15 minutos.
- Precaliente la parrilla, baña las costillas con salsa de barbacoa y ásalas a la parrilla de 10-15 minutos o hasta que la carne esté bien tostada.
- Para la ensalada, mezcla todos los ingredientes. La ensalada queda mejor si se prepara con un día de antelación.
Sugerencias para servir
Coloca las costillas en un plato y la ensalada de jícama en un recipiente aparte.